Con frecuencia nos preguntan en la consulta cuáles son las ventajas del tratamiento endoscópico versus la cirugía para la pérdida de peso y qué procedimiento elegir en cada caso. Aquí vamos a aclarar este punto y despejar algunas dudas.

Ante todo, queremos recordar que consideramos la obesidad como una enfermedad crónica, multifactorial, progresiva y que, hoy en día, no tiene una cura definitiva. Para el sobrepeso y las obesidades leves, las medidas dietéticas y farmacológicas suelen resultar suficientes. Para la obesidad severa (mórbida), el tratamiento más eficaz a largo plazo sigue siendo la cirugía.

¿Qué pasa en aquellos pacientes con obesidad leve o moderada?

Veamos qué ocurre en estos casos. En general, nos referimos a aquellas personas que han realizado dieta, ejercicio físico y han tomado fármacos, obteniendo una pérdida insuficiente de peso o, incluso, reganancia y que, por su grado menor de obesidad, no son candidatos al tratamiento quirúrgico.

En general, se trata de pacientes con un IMC (Índice de Masa Corporal) entre 28-40 kg/m², esto es, entre 80 y 120 kg, o que requieren pérdidas de entre 15 y 30 kg de peso. En estos casos y en obesidades mayores en los que se descarte la cirugía, el tratamiento endoscópico puede resultar una herramienta totalmente eficaz.

Ventajas del tratamiento endoscópico vs la cirugía

Las principales ventajas son las siguientes:

• Eficacia. Si bien la cirugía es más radical y, por tanto, más eficaz a largo plazo, el tratamiento endoscópico ofrece una pérdida media del 20% de peso a los 2 años (una pérdida media de unos 20-25kg), realizando vida totalmente normal.
• Seguridad. El índice de complicaciones mayores en la endoscópica bariátrica es mínima (<1%) y la mortalidad prácticamente nula (del 0%), en contraposición a los tratamientos más agresivos de la cirugía. Otras posibles complicaciones de la cirugía a largo plazo, como son las hernias internas, vólvulos, isquemia, etc., no aparecen con el tratamiento endoscópico.
• Estéticos. Son tratamientos a través de la boca, sin cirugías, sin incisiones abdominales, por lo que no condicionan ninguna secuela estética en la piel.
• Reproducibles. Es conocida que la obesidad, con el paso del tiempo, tiende a reaparecer. Las técnicas endoscópicas pueden repetirse de manera secuencial. Son estrategias más conservadoras. La realización de un tratamiento endoscópico no impide, en el futuro, la práctica potencial de otro tratamiento endoscópico e, incluso, una estrategia más agresiva mediante cirugía.
• Tolerancia. Los tratamientos endoscópicos se toleran de forma excelente. Pasadas las primeras 72 h, más del 90% de pacientes tratados con balones intragástricos no tienen problemas de tolerancia y más del 95% de aquellos a los que se les han aplicado sistemas de sutura gástrica realizan vida normal sin ninguna molestia.
• Reversibilidad. En caso necesario, ya sea por indicación médica o por criterios del paciente, la mayoría de los tratamientos endoscópicos de la obesidad son reversibles. Mediante una simple endoscopia, permite revertir el procedimiento realizado y volver el estómago a su estadio inicial.
• Ambulatorios. En unidades de endoscopia de excelencia, el procedimiento endoscópico tiene una duración de entre 15 y 45 minutos, según la técnica. Tras la misma, en prácticamente todos los casos, el paciente puede ser dado de alta a los pocos minutos. En algunos tratamientos endoscópicos más invasivos, como en las suturas, se aconseja una estancia mínima hospitalaria de control inferior a las 24h.

Todas estas ventajas tienen su máxima aplicabilidad en Unidades de Excelencia de Endoscopia Bariátrica, formadas por un equipo multidisciplinar de expertos. En la Unidad de Endoscopia Bariátrica de Hospital Universitari Dexeus (UTEO) ponemos a su disposición todos estos medios y le aconsejamos sobre el mejor tratamiento para su caso.