¿Hay una técnica endoscópica de la obesidad que sea la mejor?

La mejor técnica endoscópica para abordar los problemas de obesidad la determinamos caso a caso, pues cada paciente es diferente, debemos estudiarlo de manera individual y aconsejarle la más adecuada a su situación.

La gran ventaja es que, en la actualidad, disponemos de múltiples procedimientos para el tratamiento del sobrepeso y de la obesidad. En términos prácticos, los tratamientos endoscópicos pueden recomendarse a la mayoría de los pacientes con dichas patologías. Gracias a la diversidad de opciones existentes se convierten en una herramienta muy útil. En cada diagnóstico podemos elegir la técnica endoscópica más adecuada.

¿Por qué hacer un tratamiento integral de la obesidad y el sobrepeso?

El sobrepeso y la obesidad son patologías causadas por múltiples factores, por lo que debemos tratarlas como una enfermedad y ofrecer un tratamiento integral que abarque todos los aspectos implicados. Para garantizar los mejores resultados es necesario abordar el tratamiento cubriendo varios puntos:

• Tratamientos endoscópicos de la obesidad
• Dietas y buenos hábitos alimentarios
• Fármacos
• Cambios de estilo de vida
• Ejercicio físico
• Apoyo psicológico, si fuera necesario

¿Qué técnicas o métodos endoscópicos hay para el tratamiento de la obesidad?

Existen diversos métodos, pero la elección de la técnica endoscópica más conveniente dependerá de las características del paciente, su estado de salud, sus antecedentes, etc. Será el especialista quien lo evaluará previamente para aconsejarle la mejor técnica endoscópica para su caso.

• Balón intragástrico de 6 meses
• Balón intragástrico de 1 año
• Método POSE
• Método Endosleeve
• Método Endomanga (derivada del método POSE), la más novedosa.

En caso de no conseguir la reducción de peso deseado o si se produce una reganancia de peso en pacientes de cirugía de Bypass gástrico, podemos recurrir a otros métodos “auxiliares”. Por ejemplo, el método RETO – ROSE (poco conocido incluso por cirujanos), con el que se consiguen excelentes resultados. Otros métodos son el Argón plasma y la escleroterapia.

Para estos tratamientos y los anteriores, insistimos y recomendamos que vayan siempre acompañados de un asesoramiento nutricional, de una modificación en el estilo de vida, de la práctica de ejercicio físico y de apoyo psicológico, ya que son una parte importante de todo el proceso.

No podemos olvidar que también podemos apoyarnos en tratamientos farmacológicos, disponibles para el sobrepeso y la obesidad. En muchos casos, el tratamiento combinado puede ser muy efectivo.

¿Es para toda la vida?

Debemos entender que no existe un procedimiento que funcione en el 100% de los casos y que sea definitivo. A pesar de cualquier técnica que se realice, cabe la posibilidad de que el paciente pueda presentar una “recaída” (una reganancia significativa de peso).

¿Por qué un tratamiento personalizado?

El tratamiento debe ser personalizado y adaptado a las necesidades de cada persona para garantizar el éxito y mantenimiento de los objetivos en el tiempo. La selección del paciente es fundamental para el éxito del mismo, así como el abordaje multidisciplinar. Por ello, recomendamos la evaluación individualizada por un experto en este tema a la hora de escoger el tratamiento.

Antes de recomendar un tratamiento, debemos estudiar las necesidades del paciente, recopilar información y analizarla:

• su índice de masa corporal (relación entre el peso y la talla, IMC)
• comorbilidades
• estilos de vida…

Según los datos obtenidos, evaluamos si precisa de un tratamiento “temporal” o “definitivo”.

¿Qué tratamiento elegir según mi IMC?

Los pacientes con sobrepeso pueden ser candidatos a la colocación de un balón intragástrico (BIG).

Para los pacientes con un IMC (Índice de Masa Corporal) que indique obesidad leve-moderada recomendamos el uso de balón intragastrico o, bien, de métodos definitivos (método POSE, Apollo, Endomanga).

A los pacientes con IMC elevado (obesidad mórbida), recomendamos tratamientos endoscópicos de suturas o cirugía.