La obesidad prolongada y mantenida en el tiempo conlleva a un envejecimiento acelerado que afecta tanto a la salud física como a la salud mental o emocional.

Las complicaciones asociadas a la obesidad pueden ser de varios tipos.

Complicaciones

• respiratorias
• cardiovasculares
• metabólicas
• nefro-urinarias
• digestivas
• sexuales
• infecciosas
• articulares
• psicosociales

La obesidad sigue aumentando en nuestra sociedad y supone un grave problema al que nos enfrentamos actualmente. Es fundamental reducir este incremento para poder prevenir enfermedades y mejorar nuestra calidad de vida cotidiana.

Diferentes estudios especializados sobre los procedimientos endoscópicos de la obesidad demuestran que la mejora progresiva del control del peso lleva consigo grandes ventajas.

Ventajas

• Cura el 90% de la hipertensión y de la diabetes y frena el aumento de colesterol asociados a obesidad. En el 10% restante consigue que se requiera menos medicación para su control.
• La apnea y los ronquidos mejoran en un 90-95%.
• Los problemas articulares mejoran en un 100%.

Los problemas psicológicos asociados a la ansiedad y a la baja autoestima mejoran progresivamente en un 100%.

No existe un procedimiento perfecto y que no falle nunca.

Antes de tomar una decisión, hay que hacer una valoración previa y, para ello, debemos acudir a un equipo especializado en estas técnicas, con experiencia. Ellos serán los que nos recomendarán el tratamiento más adecuada en cada caso y nos informarán de las ventajas y de los inconvenientes que se puedan presentar.

Al margen de la técnica escogida, es muy importante tener unas expectativas reales de lo que podremos conseguir en función de la implicación personal que vamos a necesitar.

No. Cada paciente es distinto en el origen y en la evolución de su obesidad, en sus problemas asociados, en su componente genético familiar de obesidad… Por ello, es imprescindible que a cada paciente se le realice un estudio personalizado con el cual le podrán orientar sobre la opción más adecuada para su caso.

Lo primero de todo será hacer un estudio multidisciplinar de su obesidad a través de nuestro equipo de endoscopistas, anestesistas, médicos, psicólogos y nutricionistas.

Es muy importante tener una idea objetiva y real de la técnica escogida y de las expectativas de dicha técnica aplicada a su caso concreto. En este punto hay que tener en cuenta varios aspectos relacionados con el historial del paciente:

• la capacidad de modificación de hábitos dietéticos y de estilo de vida
• si hay presencia o no de enfermedades asociadas
• el perfil psicológico
• la carga genética
• el grado de obesidad…

También haremos un estudio preoperatorio que incluye algunas pruebas como: analítica, electrocardiograma, etc.

Como regla general, sería a partir de los 18 años cuando el paciente puede decidir realizarlo de forma voluntaria y con conocimiento.

De todas formas, en casos seleccionados y bien estudiados, se pueden realizar tratamientos en población más joven.

La anestesia es segura ya que estamos en manos de profesionales exigentes y se realiza con todos los medios necesarios.

Normalmente se trata de una sedación, en el caso de los balones, y de una anestesia general en el resto de procedimientos.

El procedimiento con balones dura unos 15 minutos.

Si se ha realizado un POSE, hablamos de unos 30-45 minutos.

Con la técnica Endosleeve se emplean unos 70-80 minutos.

El paciente se despierta de la anestesia de forma confortable. Los primeros días tendrá algunos síntomas tolerables, como sensación de plenitud, náuseas, vómitos o ardor, que intentamos tener controlados mediante medicación asociada que pautamos de forma protocolizada.

Si el tratamiento se ha hecho con algún tipo de balón, no hay ingreso hospitalario. El procedimiento se realiza de manera ambulatoria y en unos 45 minutos aproximadamente los pacientes se van a su casa.

Después de otras técnicas endoscópicas, tales como POSE, Endosleeve (método Apollo), etc., hay un ingreso hospitalario breve, inferior a 24h.

La colocación de un balón se hace de manera ambulatoria y, como tal, tras un breve periodo de observación, el paciente se puede ir a su casa.

En el caso de la reducción gástrica endoscópica, se recomienda que el paciente permanezca ingresado en el hospital durante la primera noche, para poder administrar la medicación que precise, recuperarse completamente de la anestesia general y confirmar que puede realizar una correcta tolerancia oral a la dieta.

La incorporación a la vida normal es rápida y cómoda, pero dependerá del tratamiento endoscópico realizado y del tipo de trabajo que realices. Por regla general entre 2 y 5 días después del tratamiento.

Desde el primer día recomendamos hacer ejercicio físico suave, de forma adecuada y coherente al estado del paciente, a su edad, a su grado de obesidad, aunque se recomienda evitar aquel ejercicio físico que incremente la presión abdominal durante los primeros 15 días.

Podrás realizar deporte en cuanto te notes en condiciones para hacerlo. De manera orientativa, a las 4 semanas ya hablamos de poder hacer ejercicio físico moderado como, por ejemplo, hacer clases dirigidas en el gimnasio o levantamiento de pesas progresivo de 2 a 3 veces por semana.

Cada tratamiento tiene un objetivo de peso determinado. Unos están más indicados para los casos de sobrepeso y otros, para los casos de obesidad.

Dependerá de distintos factores, como pueden ser el peso inicial, el tipo de intervención realizada, el compromiso del paciente con un seguimiento nutricional posterior y su voluntad y constancia en realizar cambios de hábitos alimentarios y de vida saludable de una forma mantenida en el tiempo.

De todas formas, como cualquier otro tratamiento médico, es muy difícil predecir el éxito del tratamiento.

Según la evidencia científica disponible se estima una pérdida media de peso al año del 15% con el balón intragástrico y del 20% con la reducción endoscópica del estómago. En ambos casos conlleva una importante mejoría tanto de las enfermedades como del síndrome metabólico asociados.

UNA VIDA SALUDABLE

El éxito de la pérdida de peso depende mucho de que el paciente realice un cambio verdadero de hábitos dietéticos y de estilo de vida.

¡Abandonar para siempre el sedentarismo!

Incluso en cirugías bariátricas, reducciones de estómago no reversibles, el paciente puede recuperar el peso perdido si abandona o deja de lado los cambios que había incorporado y modificado inicialmente.

Las pautas nutricionales recomendadas por nuestros especialistas junto con unas rutinas de ejercicio físico deben convertirse en un hábito cotidiano y permanente. Se trata de incorporar un estilo de vida sano que garantizará el éxito de la intervención a largo plazo.

Es muy importante realizar una dieta progresiva, iniciando por la dieta líquida y después ir progresando hacia la sólida.

Al final se podrá comer casi de todo, pero con las cantidades ajustadas a las necesidades de cada uno, preferiblemente controlado por un Servicio de Nutrición y Dietética.

Podrás realizar prácticamente cualquier deporte. En principio no hay restricciones en este aspecto. Solo hay que esperar a encontrarse en condiciones para hacerlo.

En principio no hay restricciones específicas. Sí es necesario seguir una pauta progresiva ya que la capacidad del estómago está bastante reducida.

Se recomienda una dieta equilibrada controlada por un Servicio de Nutrición y Dietética especializado.

La obesidad es una enfermedad crónica y recurrente. Por lo tanto, es fundamental hacer unos cambios en los hábitos alimentarios y metabólicos, que nos permitan mantener una alimentación saludable y, así, poder mantener el peso perdido.

Una vez obtenida la pérdida de peso deseable, es lógico pensar que se deban mantener los cambios de hábitos alimentarios saludables, ya que la obesidad es una enfermedad crónica y, por lo tanto, si no se corrigen los factores de riesgo, tiene tendencia a volver y recurrir.

El término dieta hace referencia a los alimentos que comemos a lo largo del día. Sin embargo, “Hacer o estar a dieta” significa, para la mayoría de personas, llevar a cabo una alimentación restrictiva, la mayoría de las veces insípida, con poco sabor, que resulta inviable llevar a cabo a largo plazo.

No. No debe “estar a dieta” siempre. Con nuestro equipo de nutricionistas aprenderá a disfrutar del comer saludable. Le sorprenderá descubrir todo lo que puede tomar sin aburrirse ¡y sin pasar hambre!

No se trata hacer dieta. Se trata de incorporar unos hábitos saludables que le acompañen toda la vida.