La obesidad es considerada hoy en día como una epidemia mundial debido a que incrementa sustancialmente el riesgo de padecer diversos trastornos. Es una patología multifactorial, en la que el papel de los aspectos psicológicos de la obesidad se manifiesta tanto en el origen como en su mantenimiento.

Causas que intervienen en los aspectos psicológicos asociados a la obesidad

Uno de los factores que podrían explicar el origen de la obesidad es la personalidad. Se han visto asociados a su causa rasgos como: un alto índice de inestabilidad emocional y una baja conciencia.

Otra característica influyente es la impulsividad, que se considera el predictor más fuerte del sobrepeso. El mantener una dieta equilibrada y un programa de actividad física constante requiere compromiso y moderación, lo que supone un reto mucho más difícil para aquellas personas con rasgos de impulsividad.

Otro aspecto psicológico a tener en cuenta es el estrés crónico. Elevados niveles de estrés en un tiempo continuado aumentan los niveles de cortisol. Esta hormona, a niveles altos, produce un incremento del apetito, especialmente de alimentos ricos en grasas o en azúcar.

Por otro lado, la sobreingesta de alimentos en muchas ocasiones suele ser una solución errónea para aquellas personas con intolerancia al malestar. Normalmente suelen comer alimentos ricos en grasas, para calmarse y reducir el malestar emocional. Esta estrategia de gestión emocional suele ser común en aquellas personas que no conocen otras habilidades para aceptar o manejar las emociones negativas del día a día y quieren que desaparezcan con la comida como si de un analgésico se tratase.

Finalmente, es importante destacar la depresión como una de las consecuencias de la obesidad. El sobrepeso es visto de manera negativa por la sociedad. Suele ser asociado a la debilidad, falta de voluntad, descuido y hasta vaguería. No es infrecuente que muchas personas con obesidad se sientan marginadas y rechazadas por la sociedad. Es por ello que en muchos sujetos suelen aparecer síntomas depresivos como el estado de ánimo deprimido, la inapetencia sexual o la apatía. Al mismo tiempo, este factor opera como mantenedor del comportamiento de sobreingesta, ya que acuden a la comida como refugio para sentirse mejor, creando así un círculo vicioso.

Es por todos estos factores por lo que en nuestra Unidad de Endoscopia de la Obesidad consideramos muy importante la valoración previa psicológica del paciente y el seguimiento, cuando sea necesario, en todo el proceso de tratamiento endoscópico.

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