La obesidad es un factor de riesgo para numerosas enfermedades crónicas de gravedad. Aumenta por tres las complicaciones metabólicas, como la diabetes tipo 2, la dislipemia y la enfermedad vascular.

Otras enfermedades digestivas, trastornos respiratorios, patología articular, estigmatización social e incluso su asociación a algún tipo de cáncer (esófago, colon, páncreas, próstata y mama) condicionan una disminución significativa en la calidad y la esperanza de vida.

LA ENDOSCOPIA BARIÁTRICA: UNA TÉCNICA MÍNIMAMENTE INVASIVA, REVERSIBLE Y MÁS SEGURA

Dada esta problemática de salud en los últimos años, se ha desarrollado la tecnología de la Endoscopia Bariátrica Metabólica, introduciendo muchos métodos y dispositivos endoscópicos para uso clínico, que ofrecen nuevas opciones a la cirugía bariátrica tradicional. A diferencia de esta, son técnicas mínimamente invasivas, reversibles, más seguras, más costo-efectivos y con menos complicaciones.

Los métodos endoscópicos para la obesidad se dirigen directamente al estómago que, en gran medida, intentan reproducir los cambios anatómicos observados en la cirugía bariátrica. Principalmente, restringen el espacio gástrico, alterando funcionalmente el volumen y el vaciado gástrico. La endoterapia bariátrica es también coadyuvante a los abordajes quirúrgicos.

La Endoscopia Bariátrica Metabólica ayuda a que un alto porcentaje de pacientes puedan superar su obesidad. Muy importante también será el apoyo de un programa educacional integrado por nutricionistas y psicólogos.

Además de la pérdida de peso, estas terapias disminuyen el riesgo cardiometabólico. Además, ayudan a reducir la carga de comorbilidades asociadas con la obesidad, una patología cuyo impacto se ha duplicado en la última década.